De veras que me gustaría ser un tipo más optimista, volver a hablar de descubrimientos científicos extraordinarios y no de tanta política y tanta mala noticia. No es que no las haya buenas (noticias, digo), sino que las malas realmente son como para tirarse de los pelos.
Siguiendo el símil capilar, empecemos con la raíz:
Consecuencias:
O no. Desde que se ha creado el Ministerio de Ciencia e Innovación que dirige Carmen Garmendia muchos han sido los que se han quejado de su falta de transparencia y los recortes en el tema de comunicación científica. Por dar un dato, desde que la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) se ha incorporado a este ministerio se ha reducido un 15% su plantilla y se ha eliminado el gabinete de comunicación. Pero ahí no acaban los recortes, no:
Como decía al principio, para tirarse de los pelos. Y de tanto tirarse de los pelos uno puede acabar calvo, y como que no es plan. Por eso este blog ha tenido todos los parones que ha tenido, porque han habido etapas en las que todo lo que me rodeaba era de un color un tanto negruzco y, sinceramente, aventar aquí mis desesperaciones pasó de ser algo casi terapéutico a algo bastante nocivo para mi salud mental de modo que era mejor dejarlo reposar una temporada.
Por eso cuando repaso las historias publicadas y veo que se encadenan las críticas, los sermones, los rapapolvos, se me quitan las ganas de seguir escribiendo, porque sé que sólo me saldrán más historias como esas. Cada una de estas cosas que he comentado han sido una pestaña permanentemente abierta en mi navegador en las últimas semanas. Cada una de estas cosas que he comentado me había hervido la sangre al leerla y me había motivado querer escribir un post para comentarla. Cada una de ellas. No quiero caer, de verdad que no, en una espiral depresiva, y por eso me había refugiado involuntariamente en la pereza para no publicar nada. Pero esa tampoco es solución. No quiero que este blog vuelva a caer en el silencio tan pronto, no señor. Así que ahí van, todas de golpe para quitármelas de en medio de una vez y dejar sitio, en mi navegador y en mi cerebro, para todas esas otras pestañas, esas otras noticias tan maravillosas y excitantes.
Siguiendo el símil capilar, empecemos con la raíz:
I+D y Presupuestos 2009Y esto es con unos presupuestos que, según reconoció el propio ministro de Economía, no estaban pensados para una economía en recesión sino en crecimiento. Si el dinero que realmente va a estar disponible el próximo año fiscal no llega al previsto hay dos soluciones, déficit o recorte. Y Solbes es demasiado partidario de la tijera como para pensar que el Ministerio de Ciencia sea uno de a los que se les permita entrar en números rojos masivos. La deuda es una cosa muy mala así que hay que mirar muy bien en qué nos gastamos ese dinero que no tenemos y me temo que la receta más conservadora (y quizá más eficaz) es invertir en rendimiento a corto plazo. Nadie duda de que la ciencia y la innovación son la clave para el crecimiento futuro, pero los beneficios a largo plazo no van a generar trabajo el próximo semestre ni el año que viene, que por eso son a largo plazo.
Cinco Días 11/11/2008
La ciencia es continuidad. Nada sería peor que después del arreón del caballo llegara el parón del burro'. Así de contundente se mostraba a finales del pasado año Carlos Martínez Alonso, actual secretario de Estado de Investigación. Durante la pasada legislatura, el presupuesto para I+D+i aumentó en un 160%.
A ritmo de purasangre, se cumplió con creces el compromiso de duplicar la inversión. Sin embargo, parece que al caballo se le empieza hacer la carrera cuesta arriba. Los Presupuestos Generales del Estado 2009 delatan que el Gobierno invertirá en I+D civil un 6,7% más que en 2008. Pero hay incrementos que amargan como recortes. Y este es un claro ejemplo, ya que las previsiones aspiraban a un 25%.
Por si fuera poco, de los ocho ministerios castigados con rebajas presupuestarias es el de Ciencia e Innovación el que sufrirá el mayor de los recortes (5,1%) con respecto al año en curso.
Consecuencias:
El Gobierno congela sus ayudas estrella a la cienciaUna de las grandes mejoras producidas en la anterior legislatura, la financiación de proyectos a medio-largo plazo en centros y redes de laboratorios de reconocida excelencia, se paraliza "para evaluar", dicen. O lo que es lo mismo: nos ahorramos una convocatoria (o dos), hacemos un estudio y ya decidiremos si esto sigue o no. Y presentaremos el estudio para que respalde nuestra decisión.
Público 26/11/2008
Varios de los grupos científicos de élite en España se acaban de llevar una sorpresa desagradable. Este mes de noviembre estaba prevista la publicación de la cuarta convocatoria del programa Ingenio-Consolider 2010, uno de los programas estrella del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) para impulsar la investigación. Sin embargo, después de tres ediciones, en 2006, 2007 y 2008, este año no habrá convocatoria.
Los Consolider financian proyectos de excelencia científica y proporcionan a los elegidos una media de cinco millones de euros durante cinco años. Los proyectos cubiertos por el programa incluyen la biotecnología, la física o el cambio climático y cada uno involucra, de media, a 10 grupos de distintos centros españoles.
O no. Desde que se ha creado el Ministerio de Ciencia e Innovación que dirige Carmen Garmendia muchos han sido los que se han quejado de su falta de transparencia y los recortes en el tema de comunicación científica. Por dar un dato, desde que la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) se ha incorporado a este ministerio se ha reducido un 15% su plantilla y se ha eliminado el gabinete de comunicación. Pero ahí no acaban los recortes, no:
Ciencia recorta los fondos para divulgaciónSiendo cínico podría decir que esta es una medida con cierta lógica ya que si se va a rebajar la producción científica de todos modos, pues no va a hacer falta gente que nos cuente las ausencias de éxitos de nuestros laboratorios... Y al que no pille el sarcasmo, pues lo siento, pero no me apetece ponerme a explicar a estas horas por qué ésta es una decisión de tal miopía que asusta.
Público 26/11/2008
Las casi 70 unidades de cultura científica (UCC) creadas en universidades y centros de investigación de toda España con ocasión del Año de la Ciencia se han quedado de golpe sin el personal contratado para su puesta en marcha, que en su mayoría llevaba trabajando menos de un año.
Las UCC nacieron como una herramienta para promover el objetivo entonces considerado prioritario de divulgar la ciencia. (...) Sin embargo, en octubre, pocos días antes de la fecha del final de estos contratos y cuando las unidades esperaban una renovación, el nuevo director general de la Fecyt, Juan Tomás Hernani -en el cargo desde julio-, les informó por correo electrónico de que no habría prórroga alguna.
Como decía al principio, para tirarse de los pelos. Y de tanto tirarse de los pelos uno puede acabar calvo, y como que no es plan. Por eso este blog ha tenido todos los parones que ha tenido, porque han habido etapas en las que todo lo que me rodeaba era de un color un tanto negruzco y, sinceramente, aventar aquí mis desesperaciones pasó de ser algo casi terapéutico a algo bastante nocivo para mi salud mental de modo que era mejor dejarlo reposar una temporada.
Por eso cuando repaso las historias publicadas y veo que se encadenan las críticas, los sermones, los rapapolvos, se me quitan las ganas de seguir escribiendo, porque sé que sólo me saldrán más historias como esas. Cada una de estas cosas que he comentado han sido una pestaña permanentemente abierta en mi navegador en las últimas semanas. Cada una de estas cosas que he comentado me había hervido la sangre al leerla y me había motivado querer escribir un post para comentarla. Cada una de ellas. No quiero caer, de verdad que no, en una espiral depresiva, y por eso me había refugiado involuntariamente en la pereza para no publicar nada. Pero esa tampoco es solución. No quiero que este blog vuelva a caer en el silencio tan pronto, no señor. Así que ahí van, todas de golpe para quitármelas de en medio de una vez y dejar sitio, en mi navegador y en mi cerebro, para todas esas otras pestañas, esas otras noticias tan maravillosas y excitantes.
