Este año no pienso conformarme con quedarnos como estamos, que sinceramente dudo que pueda haber un año peor que éste. Bueno, sí que puede haberlo, pero no quiero ni imaginar que vaya a ser el que empieza.
Y como en esta noche es típico lo de los propósitos para el año que viene, yo revelo dos de los míos: un fotoblog, donde podeis ver una lacónica muestra de lo que me ha tenido apartado de aquí estas fechas; y un biblioblog, un sitio donde iré comentando los libros que vaya leyendo (el primero será Angeles y Demonios, que ya le llevo mediado).
Como veis, no me propongo ni adelgazar, ni dejar ningún mal hábito (es que lo de comer bien difícilmente puedo considerarlo un vicio), sólo cosas que sé que puedo hacer. Fotos hago muchas y los libros los devoro, así que sólo se trata de vocearlo por la red. A ver qué tal salen, que eso es harina de otro costal...
Lo dicho, que seais felices.